Las estructuras de concreto con las que mayor duración tienen, suelen tener una vida útil estimada que va de los 50 a los 100 años, por lo que es importante darles mantenimiento para reparar fisuras, grietas o flechas en vigas o forjados.
Cada 10 años se debe realizar la limpieza de vigas y pilares, así como realizar inspecciones técnicas para detectar posibles daños estructurales.