Una de las tecnologías modernas con las que se analiza el concreto para encontrar huecos y fallas internas, así como identificar vacíos y grietas es la Tomografía del Concreto Armado (TAA), una tecnología similar a la que se usa en el área médica ya que utiliza rayos gamma para inspeccionar la integridad interna de las estructuras.
Este método permite visualizar la disposición de las armaduras y detectar problemas como corrosión o fisuras sin necesidad de realizar excavaciones o demoliciones y estimar el grosor de los elementos del concreto. Una versión más avanzada es la tomografía sísmica que se aplica en estructuras complejas y permite crear mapas 2D o 3D del estado de la estructura.
Con esta tecnología se pueden revisar estructuras como puentes, puentes de ferrocarril, edificios, fachadas y en general construcciones que requieren análisis profundos como podrían ser las de un aeropuerto, que en algunas áreas, están sometidos a grandes cargas.